Hiperplasia o prolapso vaginal
La principal diferencia entre el prolapso vaginal y hiperplasia del suelo de la vagina, radica en la cantidad de tejido vaginal exteriorizado y el acceso al orificio uretral. En ambos casos, el tejido proviene de la parte anterior de la vagina, craneal al orificio uretral.
Se trata de alteraciones que suele afectar a perras jóvenes y no esterilizadas (aparece durante el proestro o el estro). Se debe a una respuesta exagerada de estrógenos que provoca un edema e hipertrofia de los pliegues mucosos del suelo vaginal. Ello hace que la mucosa vaginal aumente de tamaño y se forme una masa de forma pediculada que protruye a través de la vulva.
Aparece como una masa vulvar normalmente acompañada de dificultad y dolor al orinar, lamidos excesivos e incluso úlceras. En función de la gravedad podemos encontrar desde una leve inflamación del suelo vaginal hasta una protrusión de tejidos carnosos de color rojo con alta predisposición a la desecación, a traumatismos o automutilaciones. En los casos más leves el prolapso desaparece una vez pasa el celo, en los más graves se recomienda operar e incluso esterilizar a la perra puesto que lo más probable es que esta situación se repita en casa celo.