La piometra
Es una enfermedad originada por una infección en el útero y por acumulación de pus en su interior. Es muy frecuente en las perras que han alcanzado la madurez sexual. Esta patología tiene su origen en trastornos hormonales que provocan que el útero de la hembra canina sea menos resistente a las infecciones. Las bacterias penetran en el útero cuando el cuello se abre durante el celo, y es entonces cuando se produce la infección. El cuello del útero se cierra después de la infección y se acumula en el interior el pus que provoca la piómetra.
Los síntomas de la infección uterina de la perra aparecen entre las tres y las seis semanas posteriores al celo. Cada perra presenta síntomas distintos, pero es frecuente que la hembra se muestre decaída, tenga secreción de pus por la vagina, beba gran cantidad de agua y orine de manera muy habitual. También es frecuente la deshidratación, pérdida de apetito, fiebre y vómitos; En ocasiones la perra no muestra ninguno o casi ninguno d elos síntomas, incluso no secreta nada de pus por la vagina, en estos casos hablamos de "piometra ecrrada" y la infección causada no sólo es mayor, sino que además es detectada de forma más tardía.
La piómetra es una infección grave, que puede afectar a otros órganos de la hembra y provocar problemas renales, alteraciones hepáticas, peritonitis (inflamación de la membrana que recubre la cavidad abdominal), debido a las toxinas que se liberan a la sangre por la infección uterina.Es una enfermedad grave de inicio súbito y consecuencias potencialmente mortales si no se trata a tiempo, por lo que puede considerarse una urgencia.Ante los síntomas mencionados o la menos duda de que nuestra perra puede padecer piometra no debemos dudar, hay que llevar a nuestra perra lo antes posible al veterinario para que realice analítica para conocer el número de glóbulos rojos en la sangre y el estado en que se encuentran sus riñones, además de radiografías del abdomen y ecografías del aparato genital.Los medicamentos o tratamientos que ayudan a prevenir las infecciones de útero en las hembras son inexistentes.
En cuanto a los tratamientos hormonales que evitan el celo en las perras resulta ser un factor de riesgo para la aparición de las infecciones uterinas. La intervención quirúrgica de la hembra para extirpar los ovarios y el útero, así como el diagnóstico y tratamiento tempranos son la mejor forma de luchar contra esta enfermedad que puede poner en riesgo la vida del animal. La práctica totalidad de los casos de piométra o infección uterina de la perra precisan de una intervención quirúrgica llamada ovariohisterectomía, que consiste en la extirpación de los ovarios y del útero. Hay casos en los que antes de la cirugía es necesario tratar a la perra con antibióticos para reducir la infección.
La manera más eficaz de prevenir piómetras en la hembra canina es a través de la esterilizaciónu ovariohisterectomía (extirpación de ovarios y útero). Si además esta cirugía se practica a una edad temprana, antes del segundo celo, también se previenen tumores mamarios en la perra.